jueves, 10 de julio de 2014

Comedores de bellota

Ardilla y jabalí. Talla en madera

La que imagen tallada que hoy presentamos nos ofrece una estampa que bien pudiera darse hoy mismo en numerosos enclaves a lo largo de nuestra geografía hispánica, por la abundancia de sus protagonistas y por la preferencia que, tanto jabalíes como ardillas, han demostrado desde tiempos inmemoriales a la hora de compartir el mismo hábitat de bosques y florestas.

De todos es sabida la común afición de ambas especies —aunque tan distintas entre sí— por la ingesta de bellotas. Ágil y vivaracha, la ardilla se afana, cuando es tiempo de bonanza, en recolectar provisiones para pasar el invierno, almacenando las bellotas, así como otros frutos y semillas, en numerosos escondrijos a lo largo de su territorio. El orondo y glotón jabalí, si coincide que acostumbra a recorrer ese mismo territorio y, gracias a su finísimo olfato, se topa con alguno de esos escondrijos, bien podemos suponer que no deje ni el menor rastro; o que se lleve un buen chasco porque su previsora rival haya elegido un lugar a prueba de su cerdoso y sensitivo hocico, ya sea en el hueco de un árbol o en una angosta fisura entre consistentes moles de granito.

En la vieja lucha por la supervivencia entre las especies la naturaleza supo encontrar hace mucho tiempo un equilibrio dotando a la pequeña, graciosa y arborícola ardilla de la destreza y agilidad suficientes para mantenerse fuera del alcance de su poderoso competidor, y a éste confirió multitud de recursos, entre ellos la facultad para comer casi cualquier cosa, con el fin de saciar su descomunal apetito; aunque no la habilidad para trepar a los árboles. De esta manera, si bien es un hecho la rivalidad y predilección por el fruto de robles, encinas, alcornoques y quejigos Caza del jabalí. Talla en maderaRIGHTS INFOde ambos mamíferos, al ser prácticamente imposible que, en condiciones normales, lleguen a enfrentarse, tampoco cabe atribuirles, a mi modo de ver, la condición de enemigos. No así al ser humano, diestro en la destrucción de cualquier hábitat, de cualquier género de especie y de todo lo que se ponga por delante de su ambición y ansia de dominio.

Ya vimos en este espacio con anterioridad:

Pelea entre jabalíes. Talla en madera. Serapio HernándezOsa con oseznos. Talla en madera. Serapio Hernández

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